Cómo educar para la igualdad desde los primeros años
Todas las personas, pero en particular padres y madres criando niños y niñas, podemos tomar acciones concretas para que los adultos de mañana crezcan libres de estereotipos, puedan desarrollar su potencial y no se vean limitados por su género. Los primeros años de vida son críticos para alimentar el desarrollo cognitivo y socio-emocional de los niños y las niñas. Es en este periodo que los niños y las niñas construyen su identidad a través de los vínculos que establecen con los adultos y los modelos de relacionarse que observan. También aprenden, a través de las pautas de crianza, qué comportamientos, gustos y habilidades se espera de ellos o ellas en función de su género.
Hay seis acciones que pueden contribuir a redefinir los roles de género y a transformar gradualmente las normas sociales y creencias que sustentan las desigualdades, desde la primera infancia. Si cada uno de nosotros se compromete con al menos una de estas acciones, entre todos, podemos hacer una diferencia:
1. Dando el ejemplo como padres y madres, compartiendo las responsabilidades de cuidado y las tareas domésticas, tratándose con respeto y valorando el trabajo no remunerado independientemente de quien lo haga, ya que, como lo transmite esta efectiva campaña en India, los patrones de género se transmiten de generación en generación. Los niños que crecen en hogares donde ambos progenitores comparten las responsabilidades laborales y familiares y donde se respetan mutuamente tienen mayores probabilidades de reproducir relaciones equitativas en su vida adulta.
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